Yo...

Yo...
...al terminar el día

lunes, 25 de enero de 2010

Alta ocupación...



Cuántas veces habremos oído hablar a los medios y a los amigos de la "alta ocupación"... Sabemos que es buena, que nos favorece a todos, que es para lo que estamos én nuestros puestos de trabajo, que ojalá durara todo el año... Pero es agotadora.

Ahora me he encontrado con un rato libre... y he aprovechado para escribir. La verdad es que con gusto me hubiera ido a tomar un café tranquilamente, pero justo hoy dos personas me decían que porqué no escribía, que si ya me había cansado. Claro que no... no me puedo cansar de lo que me gusta, de lo que hace que me divierta pero es complicado cuando el cuerpo pide a gritos un poco de relax.

¿Os cuento cómo es un día en alta ocupación para mí?. Por cuerte o por desgracia ahora mismo me encargo "sólo" de los 6 restaurantes que tenemos en el hotel para la cena (creperie, mexicano, americano, italiano, asiático y dominicano) por lo que me puedo levantar algo más tarde y no dar los desayunos (los odio, la verdad). A eso de las 9:30 de la mañana ya salgo de la habitación y desayuno con mi compañero. Luego hay que ponerse a revisar los correos por si hay algún evento especial (RRPP se encarga de que siempre tengamos varios correos con modificaciones y cambios). Claro: eso si no hay alguna pelea o discusión con alguien y me pierdo el desayuno como hoy, que por culpa de un jefe de partida tuvimos una reunión para calmar las cosas y que saliera el trabajo.

En un abrir y cerrar de ojos empiezan a llegar los jefes de cocina y se pasan las incidencias o necesidades especiales del día... Y empezamos a caminar... De restaurante en restaurante para ver que tienen todo lo necesario para el día y que ningún cocinero ha faltado. Y llegó la hora de almorzar... casi sin darte cuenta.

Justo después de almorzar un poco de tiempo para ir a la habitación, tomar una ducha y cambiarse de ropa... Y volvemos a caminar... Hay que hacer las aperturas, ver que hay de todo en todos los restaurantes y que no hay novedades. Justo cuando todo está abierto es el momento de charlar con el compañero y ponerse al tanto de las incidencias.

Y vuelta a empezar... a caminar de restaurante en restaurante por si se les acaba la mercancía coordinarlo para que le manden más desde la central... o si entra mucha gente de golpe y necesitan una mano, mover a alguien de alguno de los restaurantes que tenga menos trabajo.

¿Y cuándo cocino...? Pues lamentablemente no cocino apenas. Sólo cuándo hay que hacer algún menú nuevo y lo queremos degustar, o cuando viene un cliente VIP, o cuando hay que hacer algo especial... Pocas veces, la verdad.

Un día normal y corriente en la vida de un chef... eso sí, hoy he tenido que hacer los horarios del mes que viene, por lo que hazlo de modo que todos estén contentos y la operación no se comprometa: primero de quincenas para el encargado que menos problemas me da, ciertos días para un cocinero que quiere coincidir con la novia, otros días para un cocinero que quiere ir a Haití a ver a la familia... etc etc etc.

Con suerte a eso de las 10:30/11:00 de la noche llego a mi habitación a ducharme, tomar una cerveza y a descansar.

¿Sabes lo mejor de todo? ¡¡¡ME ENCANTA ESTE TRABAJO!!! Esta semana hasta me hice amigo de una familia de rusos en la que, gracias a Dios, el padre habla inglés que si no... Gracias a que le busqué un litro de leche envasado para el hijo (por supuesto se la di normal y light porque yo no sabía cuál querría) y quedó super contento cuando le dije que cualquier cosa que necesitara me buscara.

I love this job!!!

1 comentario:

  1. ¡¡¡Rubén, es la primera vez que realmente logro enterarme de cómo van tus días!!!
    Eso sí, me he cansado hasta yo estando aquí sentada ;D
    Gracias por escribir. Me encanta este superblog dominicano.
    ¡Un kiss!

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